
El 5 de noviembre, en el Centro Social Adurza, se llevó a cabo la sesión formativa «Cómo ser agente antiRumores» a cargo de Marra Ngom. En el evento, celebrado el 5 de noviembre de 2024, Ngom ofreció una visión crítica sobre el racismo y la importancia de identificar y contrarrestar los rumores y prejuicios que sostienen las estructuras de discriminación en la sociedad. Desde el inicio, Ngom enfatizó la necesidad de comprender cómo las identidades se construyen a partir de la mirada ajena, lo cual moldea los prejuicios y las narrativas erróneas que, a menudo, pasan inadvertidas en el discurso cotidiano.
La sesión comenzó abordando el concepto de identidad y la forma en que otros nos perciben. Ngom explicó que frases aparentemente inofensivas como “Los japoneses son unos máquinas” o “Los buenos son muy buenos en el deporte” encierran generalizaciones que despersonalizan y desdibujan a los individuos. Estas afirmaciones, aunque puedan parecer positivas, refuerzan estereotipos que sostienen el racismo. Ngom insistió en que el combate contra los rumores no puede darse sin una reflexión profunda sobre el racismo subyacente en nuestras expresiones y actitudes cotidianas.
Uno de los temas más sensibles tratados fue el miedo y la negación del racismo. Ngom señaló cómo el temor a asumir una postura activa frente al racismo deriva, en parte, de la socialización y de una «interiorización de normas sociales» que naturalizan estas prácticas discriminatorias desde la escuela. Recordó que ser agentes antiRumores no implica cambiar de la noche a la mañana, sino más bien, una invitación a cuestionar, aunque resulte incómodo, expresiones comunes como «trabajar como un negro». En este sentido, Ngom subrayó que estas “conversaciones incómodas” son necesarias para establecer relaciones saludables y auténticas.
Ngom también profundizó en los conceptos de “racismo sutil” y “narrativas incompletas”. Explicó que este tipo de racismo está tan normalizado que muchas veces pasa desapercibido o se justifica. En palabras de Ngom, el racismo sutil tiene un impacto social profundo, ya que genera discriminación mediante relatos que normalizan las diferencias sin un cuestionamiento ético ni jurídico. En relación a esto, invitó a los participantes a reconocer la responsabilidad individual y colectiva de combatir estas narrativas y a entender que el racismo no es un fenómeno natural, sino una construcción social.
En la segunda parte de la sesión, Ngom exploró cómo los medios de comunicación contribuyen a crear imágenes estereotipadas, reforzando una visión homogénea de África o presentando a personas migrantes con narrativas controladas. Por ejemplo, se refirió a la imagen de África como un país único, una representación alimentada por los medios y el marketing. Estas percepciones, explicó, influyen en la opinión pública y crean una “realidad” que distorsiona y simplifica las identidades.
Ngom también instó a reconocer el peso del lenguaje en el mantenimiento de estereotipos. Comentó que expresiones como “personas ilegales” perpetúan la discriminación y pidió el uso de términos alternativos, como «personas en situación administrativa irregular». Subrayó la importancia de cuestionar y revisar el lenguaje para evitar expresiones colonialistas que, aunque naturalizadas, reproducen relaciones de poder históricamente desiguales. El ponente resaltó la necesidad de incorporar “otros saberes” y voces no blancas en los espacios de conocimiento, de la misma manera en que el feminismo exige que las mujeres sean visibilizadas y reconocidas.
En cuanto a las prácticas cotidianas, Ngom señaló la urgencia de repensar los hábitos y actitudes personales. Comentó que es vital “dejar de callar” ante el rumor, y más aún, ante el lenguaje cotidiano que, al no cuestionarse, sigue dando espacio a estereotipos que minan los derechos de grupos racializados. Reiteró que el compromiso antirracista no solo corresponde a quienes sufren el racismo, sino que es una responsabilidad de todos y sobre todo de las personas blancas que tienen más responsabilidad por la creación de las estructuras de opresión racistas.
Para concluir, Marra Ngom destacó que ser un agente antiRumores requiere una formación continua y un cuestionamiento constante de nuestras actitudes y del sistema. Citó a Angela Davis para recordar que no basta con ser “no racista”, sino que se debe ser activamente antirracista. Esta sesión invitó a los participantes a repensarse y a comprometerse con una transformación que, desde lo individual y lo colectivo, contribuya a una sociedad más justa e inclusiva.